El pasado lunes se cumplió un año del estreno del coro Vales Mahía de A Bandeira. Su directora, Cristina Taboada, comparte con su grupo de alumnos la misma ilusión del primer día. Juntos preparan nuevo repertorio y programan un concierto aniversario, previsiblemente para principios de marzo. Acostumbrada a trabajar con profesionales, admite que lo importante del trabajo con los grupos aficionados, como el silledense, es "pasárselo bien con la música", su gran pasión. A esa diversión invita a quienes quieran sumarse a la formación, que ensaya todos los viernes, de 21.00 a 23.00 horas.
-¿Qué valoración hace de los primeros doce meses al frente del coro Vales Mahía?
-Muy positiva. Seguimos trabajando mucho, y preparando nuevo repertorio. A lo largo de este primer año ofrecimos dos conciertos en A Bandeira, y también actuamos en Lalín y en A Estrada. Ahora queremos organizar la celebración del aniversario. Haremos un concierto al estilo del año pasado, aunque no hemos cerrado del todo el programa. Esperamos sorprender a la gente con nuevos temas. De hecho, estamos ensayando piezas a capella, con banda y acompañamiento de instrumentos.
-¿Cuándo será ese aniversario?
-No tenemos fijada la fecha exacta, pero teníamos pensado que fuese a principios de marzo.
-Y una vez sopladas las velas, ¿cuál será el siguiente reto?
-También tenemos en mente programar algún intercambio con otros coros y celebrar un festival. Nos gustaría que fuese en Carboeiro. El lugar es ideal para celebrar cantar y celebrar actos musicales, por su acústica. Todavía no nos pusimos manos a la obra, pero queremos hacerlo próximamente.
-Acostumbrada a trabajar con voces profesionales, ¿qué le aporta formar a un coro de aficionados como el de A Bandeira?
-No tienen nada que ver unas clases con otras, aunque a final todo se reduce a tratar con personas. El trato tiene que ser igual de respetuoso con unos que con otros, aunque la forma de hacerlo es diferente. Con los que saben de música es mucho más fácil, está claro. Pero con los que no saben es más cuestión de paciencia, de repetir las cosas para que vayan quedando. Al fin y al cabo, lo que importa no es preparar el repertorio, sino pásaselo bien, que la gente desconecte y se divierta, aparte de que cante y que lo haga lo mejor posible, claro.
-Si dicen que la música amansa a las fieras, ¿es la música un antídoto perfecto para olvidarse de los problemas?-Sí (se ríe). Una vez que vas a cantar vas a pasártelo bien. Te olvidas de los problemas diarios. Es lo que ocurre con el grupo de A Bandeira. Van al ensayo, están con otra gente, y después se van a tomar alto por ahí. Es una forma de socializarse y de compartir. Lo importante con la música es pasárselo bien.
-¿Ha crecido el grupo desde su fundación, o alguno se ha cansado?
-Somos unos cuarenta, como al principio. Se han marchado algunos por incompatibilidad con su trabajo, pero han llegado otros nuevos. La mayoría son gente de Silleda, aunque también hay alguno que viene de A Estrada, o gente que no es de Silleda, pero tiene familiares o conocidos allí. Tengo que decir que el coro está abierto a todo el mundo. Puede anotarse cualquiera, en cualquier momento del año, no importa que no sea a principios de curso.
-Con tan solo 25 años, además de su labor como docente, ha dirigido en 2012 la parte musical del proyecto operístico en el que han participado voces de reconocido prestigio internacional, como la soprano gallega Laura Alonso Padín y la contralto navarra Francisca Beaumont. ¿Cuáles son sus aspiraciones profesionales?
-De momento ahora estoy dando clases en Galicia. Llevo este coro (el Vales Mahía) y proyectos que me salen con otras agrupaciones. Lo que pasa es que ahora mismo están las cosas más paradas. La crisis también afecta a la cultura, y ahora mismo no hay dinero para hacer tantos conciertos como había antes. Pero mis aspiraciones son seguir en el mundo de la música, dirigiendo, y poder tener un coro o una agrupación que sea profesional o semiprofesional.
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