13.02.2013 | 07:39
BLANCA PAZ - SILLEDA Que la colonia de palomas que habitan en el núcleo de A Bandeira desde hace meses supone una plaga es una evidencia que salta a la vista nada más alzar la mirada a algunos de los balcones de la Rúa Xeral, o bajarla, para tratar de esquivar los excrementos que invaden la acera. Pero el censo realizado por la empresa Larus Control -contratada por el Concello para solucionar el problema- lo corrobora con cifras: Más de 400 individuos habitan en el entorno del núcleo urbano y sus alrededores.
Toca, casi, a una paloma por cada dos vecinos, teniendo en cuenta que la parroquia de Manduas cuenta con algo menos de 1.000 habitantes. Los técnicos de la firma, que dirige Juan Fraga, han realizado en los últimos días un "conteo directo", a primera hora de la mañana y a la última del día. El recuento se hizo a pie, contando uno por uno cada ejemplar "se va contando uno a uno y luego se hace una estimación de las palomas que quedarían por contar", explica Fraga.
La firma ha estudiado los movimientos de las aves. Estas no solo merodean por la calle principal de A Bandeira, sino que a lo largo de la jornada se mueven en torno a la fábrica de piensos Nudesa. Luego descansan en los esqueletos de edificios a medio construir o abandonados.
Curiosa es también su presencia en una finca próxima al matadero de A Bandeira. "Todas las mañanas que hace buen tiempo, no sabemos por qué, se reúne un gran grupo", detalla el experto.
Larus Control tiene previsto iniciar hoy las labores de retirada de las aves. Utilizará jaulas con un cebo de comida para atraerlas y, así, capturarlas. Los ejemplares serán luego trasladados a los núcleos zoológicos que la firma tiene en Camariñas y en Val do Dubra -en construcción-. Allí se desparasitarán y los que están sanos para subsistir por sí solos se liberarán en campo abierto, en zonas de monte con depredadores. Al resto se le dará "una muerte dulce" y se incinerarán. "En Silleda no hay presas naturales, por eso hay tantas palomas", explica Fraga. Los trabajos continuarán hasta el verano. La empresa, contratada por el Concello, percibirá 3.927 euros
Toca, casi, a una paloma por cada dos vecinos, teniendo en cuenta que la parroquia de Manduas cuenta con algo menos de 1.000 habitantes. Los técnicos de la firma, que dirige Juan Fraga, han realizado en los últimos días un "conteo directo", a primera hora de la mañana y a la última del día. El recuento se hizo a pie, contando uno por uno cada ejemplar "se va contando uno a uno y luego se hace una estimación de las palomas que quedarían por contar", explica Fraga.
La firma ha estudiado los movimientos de las aves. Estas no solo merodean por la calle principal de A Bandeira, sino que a lo largo de la jornada se mueven en torno a la fábrica de piensos Nudesa. Luego descansan en los esqueletos de edificios a medio construir o abandonados.
Curiosa es también su presencia en una finca próxima al matadero de A Bandeira. "Todas las mañanas que hace buen tiempo, no sabemos por qué, se reúne un gran grupo", detalla el experto.
Larus Control tiene previsto iniciar hoy las labores de retirada de las aves. Utilizará jaulas con un cebo de comida para atraerlas y, así, capturarlas. Los ejemplares serán luego trasladados a los núcleos zoológicos que la firma tiene en Camariñas y en Val do Dubra -en construcción-. Allí se desparasitarán y los que están sanos para subsistir por sí solos se liberarán en campo abierto, en zonas de monte con depredadores. Al resto se le dará "una muerte dulce" y se incinerarán. "En Silleda no hay presas naturales, por eso hay tantas palomas", explica Fraga. Los trabajos continuarán hasta el verano. La empresa, contratada por el Concello, percibirá 3.927 euros
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