Xirandola, 25 años marcando el paso
La agrupación de A Bandeira festeja mañana su aniversario en su festival anual
Instantánea del grupo tomada el día de su
estreno, en 1988, delante del Centro Cultural de A Bandeira, su sede. //
Cedida
La Praza do Entroido de A Bandeira se convertirá mañana (19.00 horas) en un mercado tradicional, como el de antaño. Habrá cesteros, barberos y demás tenderos típicos ambientando de modo simbólico el espacio que servirá de escenario a la agrupación e baile local Xirandola, que celebra su XXVI Festival de Baile Tradicional. Un arriero conducirá el espectáculo, que ofrecerá cuatro piezas de baile –una de ellas, una jota de Os Ancares, será un estreno– y cinco cantadas.
BLANCA PAZ - SILLEDA Comenzaron a dar sus primeros pasos,
literalmente, en los locales del Centro Cultural Vista Alegre de A Bandeira en
1987. Un año más tarde, un sábado de julio, ofrecieron su primera actuación en
público en la misma plaza en la que mañana, 25 años después de su creación,
celebrarán su XXVI Festival de Baile Tradicional. Computan una edición más que
años tienen, porque las ansias por bailar de la agrupación tradicional Xirandola
son tales, desde sus inicios, que en una ocasión organizaron dos festivales en
un año.
"La diferencia es que por aquel entonces la plaza era de tierra y gravilla. Partíamos de cero. Era todo nuevo. Teníamos unos nervios tremendos, aunque en parte a mí aún me siguen aflorando en cada actuación", recuerda Marita Casal, la presidenta de la Asociación Cultural Xirandola de A Bandeira respecto a aquella primera actuación. Entonces eran una veintena en el grupo de baile, aparte de los alumnos de la escuela. Ahora son 115 integrantes en total.
A lo largo del último cuarto de siglo la agrupación tradicional ha ido adquiriendo renombre hasta situarse entre las de referencia en el panorama gallego y también internacional. Han arrancado aplausos en varios festivales de Portugal; en el Centro Gallego de Aigle de Lausanne, en Suiza; en las Muestras de Baile Tradicional de Ciudad Real; en el centro gallego de Rotterdam (Holanda); y sobre escenarios de Segovia, Asturias, Zaragoza, Canarias, Madrid, País Vasco y otras ciudades españolas. De entre todas las actuaciones, Casal es incapaz de elegir la más memorable. "De todas tenemos recuerdos, pero las que más marcan quizás son los viajes, porque pasas más horas conviviendo", argumenta. Y entre horas de autobús, como el día y medio que precisaron para llegar a Holanda, y los cientos de actuaciones, anécdotas sobran: "En Holanda estábamos preparados para actuar y a un niño le faltaba una polaina. Se armó una buena buscándola, hasta que nos dimos cuenta que una de las niñas la llevaba colgada de su trenza. Lo pasamos mal, pero al final nos reímos mucho", recuerda con añoranza.
Rico archivo patrimonial
Entre actuación y actuación, el grupo realiza constantes salidas en busca de nuevas vestimentas y piezas tradicionales. Computa ya un centenar en su repertorio, que es ya un auténtico archivo patrimonial. Entre las "sagradas" están la Muiñera de Rellas, la Jota de Lamela, o la Muiñeira de A Bandeira, con la que siempre cierran sus espectáculos. "Personalmente también me gusta mucho la Carballesa de Seoane do Courel, que bailaremos mañana", explica. Con la Muiñeira Vella de Piñeira Seca ganaron el Premio Luar 2011", uno de los que más ilusión les hizo, por inesperado, aunque han sido varios los recibidos a lo largo de sus 25 años en las diferentes categorías.
Convencidos de que les queda mucha vida, el grupo afronta ahora nuevos retos. Para continuar celebrando sus bodas de plata, prevé organizar un nuevo festival a final de año y, a medio plazo, realizar un nuevo viaje al extranjero. Grabar un disco instrumental y con cantareiras está también entre sus objetivos.
"La diferencia es que por aquel entonces la plaza era de tierra y gravilla. Partíamos de cero. Era todo nuevo. Teníamos unos nervios tremendos, aunque en parte a mí aún me siguen aflorando en cada actuación", recuerda Marita Casal, la presidenta de la Asociación Cultural Xirandola de A Bandeira respecto a aquella primera actuación. Entonces eran una veintena en el grupo de baile, aparte de los alumnos de la escuela. Ahora son 115 integrantes en total.
A lo largo del último cuarto de siglo la agrupación tradicional ha ido adquiriendo renombre hasta situarse entre las de referencia en el panorama gallego y también internacional. Han arrancado aplausos en varios festivales de Portugal; en el Centro Gallego de Aigle de Lausanne, en Suiza; en las Muestras de Baile Tradicional de Ciudad Real; en el centro gallego de Rotterdam (Holanda); y sobre escenarios de Segovia, Asturias, Zaragoza, Canarias, Madrid, País Vasco y otras ciudades españolas. De entre todas las actuaciones, Casal es incapaz de elegir la más memorable. "De todas tenemos recuerdos, pero las que más marcan quizás son los viajes, porque pasas más horas conviviendo", argumenta. Y entre horas de autobús, como el día y medio que precisaron para llegar a Holanda, y los cientos de actuaciones, anécdotas sobran: "En Holanda estábamos preparados para actuar y a un niño le faltaba una polaina. Se armó una buena buscándola, hasta que nos dimos cuenta que una de las niñas la llevaba colgada de su trenza. Lo pasamos mal, pero al final nos reímos mucho", recuerda con añoranza.
Rico archivo patrimonial
Entre actuación y actuación, el grupo realiza constantes salidas en busca de nuevas vestimentas y piezas tradicionales. Computa ya un centenar en su repertorio, que es ya un auténtico archivo patrimonial. Entre las "sagradas" están la Muiñera de Rellas, la Jota de Lamela, o la Muiñeira de A Bandeira, con la que siempre cierran sus espectáculos. "Personalmente también me gusta mucho la Carballesa de Seoane do Courel, que bailaremos mañana", explica. Con la Muiñeira Vella de Piñeira Seca ganaron el Premio Luar 2011", uno de los que más ilusión les hizo, por inesperado, aunque han sido varios los recibidos a lo largo de sus 25 años en las diferentes categorías.
Convencidos de que les queda mucha vida, el grupo afronta ahora nuevos retos. Para continuar celebrando sus bodas de plata, prevé organizar un nuevo festival a final de año y, a medio plazo, realizar un nuevo viaje al extranjero. Grabar un disco instrumental y con cantareiras está también entre sus objetivos.
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