Veteranía para entonar la partitura
Un grupo de adultos de A Bandeira asiste desde hace un año a clases de solfeo, impartidas por la joven malagueña Cristina Pileda, y debutará mañana con la banda
La profesora Cristina Pileda y el grupo de adultos de A Bandeira durante una clase. // Bernabé/Javier Lalín
La Banda Veteranos de Bandeira abre mañana, junto a la agrupación infantil y juvenil, el festival Música a Fartar III. Integrantes del grupo asisten desde hace un año a clases de solfeo impartidas por la malagueña Cristina Pileda. Sabedora de que "la mayoría" de los miembros carecía de nociones de lectura musical, puso un anuncio "para ver quién se apuntaba". Un año después, tiene "nueve o diez" alumnos con edades entre la jubilación y los "treinta y pico".
BLANCA PAZ - SILLEDA Que A Bandeira tiene cantera de músicos es una máxima indiscutible, pero no menos cierto es que los veteranos de las artes melódicas, aquellos vecinos "culpables" de que la tradición de la que ahora presume la localidad se asentase, son parte imprescindible de las raíces musicales de esas tierras. Un grupo de ellos, miembros de la banda de veteranos, participan desde hace un año en clases de solfeo para adultos.
Porque el saber no ocupa lugar ni entiende de edad, la malagueña Cristina Pileda decidió en 2011 pegar un anuncio ofreciéndose para impartir nociones de solfeo. La respuesta fue tal que ahora da clases todos los viernes en el auditorio a "unos nueve o diez" vecinos con edades diferentes. "El más mayor está jubilado y el más joven tiene treinta y tantos", cuenta. Las sesiones están abiertas "a cualquiera que quiera anotarse". Explica que, a lo largo de estos meses, sus alumnos han adquirido ya "un nivel medio", aunque está dispuesta a empezar de cero con quien se anime a incorporarse. "En agosto pararemos por vacaciones, pero hasta julio y después seguiremos, porque día que pierden, día que se olvidan de las cosas", bromea esta joven de 25 años, que estudia para dedicarse profesionalmente a la docencia musical y que imparte clases de saxofón en la Escola de Música de A Bandeira.
Pileda llegó a la localidad con su novio, también malagueño, que aprobó oposiciones en la Banda de Música de Santiago. "Aquí estamos muy bien. Nos gusta mucho el pueblo y el ambiente", admite sincera. Se le nota que le gusta lo que hace y esas energías se las transmite a sus pupilos. "Ellos siempre piden más, y yo encantada". Rompiendo tópicos, explica que "el oído es importante, pero no lo más. Al ser mayores les cuesta muchísimo más trabajo que a los niños, pero vamos poco a poco. Empezamos con el pentagrama, las notas y las claves y ahora ya solfean", apunta orgullosa. Reconoce que el grupo "me da muchas satisfacciones. Con ellos es mucho más gratificante, porque ponen más empeño que los jóvenes. Les mando deberes y los hacen", defiende.
Tras un año de trabajo, los veteranos estudiantes esperan con ansia su participación el Festival de Música a Fartar, que se celebra mañana en la Carballeira da Silva, de A Bandeira durante todo el día. "Tienen mucha ilusión por tocar allí", desvela Pileda. Su intervención está prevista al inicio, en el pasacalles.
Porque el saber no ocupa lugar ni entiende de edad, la malagueña Cristina Pileda decidió en 2011 pegar un anuncio ofreciéndose para impartir nociones de solfeo. La respuesta fue tal que ahora da clases todos los viernes en el auditorio a "unos nueve o diez" vecinos con edades diferentes. "El más mayor está jubilado y el más joven tiene treinta y tantos", cuenta. Las sesiones están abiertas "a cualquiera que quiera anotarse". Explica que, a lo largo de estos meses, sus alumnos han adquirido ya "un nivel medio", aunque está dispuesta a empezar de cero con quien se anime a incorporarse. "En agosto pararemos por vacaciones, pero hasta julio y después seguiremos, porque día que pierden, día que se olvidan de las cosas", bromea esta joven de 25 años, que estudia para dedicarse profesionalmente a la docencia musical y que imparte clases de saxofón en la Escola de Música de A Bandeira.
Pileda llegó a la localidad con su novio, también malagueño, que aprobó oposiciones en la Banda de Música de Santiago. "Aquí estamos muy bien. Nos gusta mucho el pueblo y el ambiente", admite sincera. Se le nota que le gusta lo que hace y esas energías se las transmite a sus pupilos. "Ellos siempre piden más, y yo encantada". Rompiendo tópicos, explica que "el oído es importante, pero no lo más. Al ser mayores les cuesta muchísimo más trabajo que a los niños, pero vamos poco a poco. Empezamos con el pentagrama, las notas y las claves y ahora ya solfean", apunta orgullosa. Reconoce que el grupo "me da muchas satisfacciones. Con ellos es mucho más gratificante, porque ponen más empeño que los jóvenes. Les mando deberes y los hacen", defiende.
Tras un año de trabajo, los veteranos estudiantes esperan con ansia su participación el Festival de Música a Fartar, que se celebra mañana en la Carballeira da Silva, de A Bandeira durante todo el día. "Tienen mucha ilusión por tocar allí", desvela Pileda. Su intervención está prevista al inicio, en el pasacalles.
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